¿Cómo puedo estudiar mejor? Estrategias y técnicas
Si consideramos que en el colegio estamos 13 años de nuestra vida estudiando, para luego muchos continuar con cursos de capacitación, carreras técnicas o profesionales, podemos entender que el saber estudiar adecuadamente cobra relevancia para poder obtener un buen rendimiento académico.
Si bien, lo ideal es formarse hábitos de estudio desde la infancia, estos pueden no haberse adquirido o haberse dejado de lado con el tiempo, por lo que a continuación les entregaré algunas ideas a tener en cuenta si es que deseamos mejorar nuestro desempeño estudiantil:
1. Generando condiciones aptas para el estudio
– Es importante tener un lugar definido para estudiar, por ejemplo: un escritorio o mesita en un lugar de la casa donde puedan concentrarse mejor.
- Desconectarse de los distractores: radio, televisión, teléfono, computador (a menos que sea necesario para estudiar, si es así la idea es evitar entrar a Internet). Si bien algunos pueden decir “estudio mejor con ruido”, en realidad la función del ruido para algunos tiene relación con bajar el nivel de ansiedad, pero en lo que respecta al aprendizaje, puede distraer realmente. En el caso de que realmente la persona sienta que le ayuda a concentrarse, se recomienda una música sin letra, bajita y con melodía relajante.
- Tener cerca todo lo necesario para estudiar: lápices, hojas, ejercicios, calculadoras, libros, apuntes, destacador, etc. La idea es no estar parándose del lugar a buscar algo que nos falte. Para evitar distractores, la idea es tener solo lo NECESARIO, evitando elementos que nos estorben.
- No estudiar en la cama o en lugares que nos puedan generar somnolencia. También es importante tener una buena iluminación y ventilación (el exceso de calor puede endentecer nuestras respuestas).
- Puede ayudar tener un horario de estudio, por ejemplo planificarse para estudiar los lunes, miércoles y viernes de 17.00 a 19.00 hrs. Así, gradualmente podremos crearnos un hábito.
- Cuando nos empecemos a distraer demasiado o estemos agotados, puede servir el darnos un pequeño recreo de 5 minutos para prepararnos un jugo, por ejemplo y luego retomar.
- El poder tener claridad sobre cuáles son nuestros objetivos, puede aportar para establecernos tareas más pequeñas y concretas que nos permitan ir cumpliéndolos paso a paso.
- También es bueno tener una libreta para anotar todo lo que se nos ocurra y podamos dejar pendiente mientras estudiamos, por ejemplo: buscar material sobre uno de los temas que no entendimos bien, revisar algún libro, etc.
2. ¿Cómo estudiar mejor?
– Tomar apuntes completos y claros en clases. Si se coloca atención, se resalta lo importante en los apuntes y luego se revisan para estudiar, resultará más fácil consolidar el aprendizaje.
- Se deben subrayar o destacar las definiciones y lo que consideramos como más importante.
- Construir resúmenes y esquemas que nos apoyen en el proceso de aprendizaje y memorización de conceptos. Mientras más sentidos ocupemos en reiterar una idea, más se quedará en nosotros (oírla atentamente en clases, leerla en los apuntes, escribirla en resúmenes).
- Los contenidos que debemos memorizar es importante estudiarlos repetidamente en distintos momentos del tiempo (cuando los entregaron, dos semanas antes de la prueba y días antes de ésta, por ejemplo), pues así disminuimos el efecto de la curva del olvido.
- El relacionar distintos contenidos entre sí, ayuda a entenderlos mejor y así evitar el desgaste de memorizarlos, ya que el aprendizaje se internaliza mejor.
- Haz pausas mientras lees o estudias para recordar lo que vas aprendiendo.
- Para memorizar mejor los contenidos puedes usar rimas, refranes, palabras claves o palabras formadas con iniciales de muchas otras (acrósticos).
- Investigadores refieren que subir el nivel de adrenalina después de un aprendizaje, ayuda a fijar más los contenidos estudiados en nuestra memoria. Así, darse una ducha de agua bien fría después de una sesión de estudio puede aportar en esto.
- Otra forma de memorizar información es grabarla en una cinta y escucharla en la cama antes de dormirte. El estado alfa de la mente (aquel estado entre estar despierto y estar dormido) es el estado más receptivo.
- Elige distintos colores de lápiz y papel para cada tema distinto, esto te ayudará a no confundir contenidos y aportará a tu memoria visual.
- Escribe citas o datos importantes en una ficha y diles a tus amigos o familiares que te examinen, como si fuera un juego de adivinanza.
- Realizar ejercicios similares a los que podrían estar en el examen, con preguntas, problemas y tiempo, lo más parecido posible a la situación real puede prepararnos para la situación. Asimismo, el visualizarnos en el examen, pensar en cómo será nuestro desempeño y mantener una actitud positiva puede generarnos mayor confianza en nosotros mismos.
- No olvides preguntarle al profesor o a los compañeros de curso todo lo que no se ha entendido bien.
- Estudiar individualmente primero y luego en grupo, puede reforzar los aprendizajes, ya que se tiene la posibilidad de conversar, discutir y argumentar respecto a lo estudiado.
- El exceso de estudio sin tener espacios de auto cuidado (deporte, reuniones gratas con amigos, yoga o técnicas de relajación, etc.) puede generarnos mayor estrés y ansiedad, lo cual finalmente perjudicará nuestro rendimiento. Si bien es importante dedicar un tiempo suficiente al estudio, debemos organizarnos para que esto no ocupe “todo” nuestro tiempo, el equilibrio es esencial.
3. Enfrentar los exámenes adecuadamente
– Si bien muchas personas refieren estudiar mejor de noche o “bajo presión”, el aprendizaje es menos eficiente en esas condiciones. Por ende, se recomienda estudiar con tiempo para los exámenes y dejar tiempo para descansar bien la noche antes de rendirlo. No hay que olvidar que al dormir, los aprendizajes se consolidan mejor en nuestra memoria.
- Preparar el día anterior todo el material necesario para el examen que se rendirá (calculadora, lápices, etc.), así evitamos olvidarnos de algo importante, o perder tiempo buscando algo necesario que no encontramos, lo cual incluso puede generar más ansiedad y atrasos al examen mismo.
- Evita estar con personas que se ponen muy nerviosas antes del examen, pues eso solo aportará a subir tu propia ansiedad. Intenta llegar puntual a la prueba y tomar un lugar de la sala que te permita concentrarte bien.
- Durante el examen es importante leer atentamente todas las preguntas. Muchos errores pueden producirse por no entender bien las instrucciones.
- Se debe repartir el tiempo del examen para que alcancemos a contestar todas las preguntas. Así, una estrategia es contestar primero lo que nos resulte más fácil, seguir con lo de mediana dificultad y al final dejar lo más complejo, pues de este modo nos aseguramos de contestar mayor cantidad de temas. Por otra parte, existen estudios que muestran que al sentir que contestamos bien una pregunta, nuestra autoestima y optimismo aumentan en ese momento, mejorando los procesos cognitivos y elevando la probabilidad que la siguiente pregunta sea respondida bien también. Si empezamos por lo difícil podemos desanimarnos y enfrentar con más angustia el resto del examen.
- Si una pregunta nos produce un bloqueo o estancamiento, demorándonos, debemos dejarla a un lado, contestar otras y retomarla después.
- Es ideal dejar 5 minutos antes de entregar el examen para revisar que hayas respondido todo, ver si puedes agregar algún concepto importante a alguna de tus respuestas o corregir algo si te equivocaste. En este punto la clave es “no cambiar tu respuesta a menos que estés completamente seguro”, estudios demuestran que la intuición que utilizamos al responder por primera vez algo, suele ser más acertada que nuestras segundas impresiones. Así, es común escuchar alumnos que se quejan “la tenía buena y cometí el error de cambiarla a último minuto”.
4. Después del examen
- Procura no perder tiempo analizando el examen después de haberlo dado. Muchas veces nos desanimamos anticipadamente al ver que respondimos distinto a nuestros compañeros, pero al recibir la prueba vemos que obtuvimos una nota adecuada. Es mejor esperar a los resultados en vez de especular.
- Una vez que recibas el examen, puedes revisar tus respuestas, ver en qué fallaste y cuál era la respuesta correcta ayudará en tu aprendizaje.
- Si obtienes un mal resultado, pasa la página y concentra tus energías en el siguiente. En vez de preocuparse, es mejor ocuparse…
- Establece objetivos y regálate pequeñas recompensas cada vez que cumples uno (chocolates, ver un programa de televisión, salir con amigos, etc.). Date un tiempo para detenerte y disfrutar de tus logros, valora tu propio esfuerzo antes de empezar a pensar en el siguiente objetivo.
Fuentes: – http://elcentro.uniandes.edu.co/cr/estestudio.htm – Alain Fabián Arana Gutiérrez. Manual de Formación Sociocultural IV de la UTFV. alain_arana@esenciahumana.com.mx